En esta nueva entrada vamos hablar de un personaje ilustre para nuestro pueblo, y el único hidalgo que tenemos en la segunda mitad del siglo XVIII. Así que bien merece varios capítulos para que conozcamos realmente quien era.
El primer contacto que tomamos con el nombre de D. Baltasar Carrillo es un contacto visual, cuando miramos a la única lápida que encontramos en los brazos del crucero, delante del altar mayor en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, en Arbeteta que dice:
«Esta sepultura la dotaron D. Baltasar Carrillo y D. Brígida Lozano su mujer natural de Campisabalos para sí y sus herederos. Año 1774″

Partida de bautismo de Baltasar Carrillo y de su hermano gemelo Gaspar muerto prematuramente. Año 1732
El nombre de Baltasar Carrillo ha aparecido en casi todos las entradas que periódicamente hemos publicado, por eso creemos oportuno explicar varios puntos. El primero, será diferenciar a nuestro personaje «Baltasar Antonio Carrillo Sicilia», (1732-1805), natural y vecino de Arbeteta, y enterrado en su iglesia , con la figura también importante de su hijo «Baltasar Mariano Carrillo Lozano Sicilia Manrique» (1770-1848) que aunque nace en Arbeteta, se traslada a Atienza y Campisábalos en su juventud. Con el tiempo se irá quitando apellidos, primero el Sicilia, al no tener privilegio de hidalguía; más tarde se quita el Lozano; para quedarse en la Guerra de la Independencia y hasta el final de sus días, como «Baltasar Carrillo Manrique.» Le dedicamos el capitulo anterior de «Arbeteta en la guerra de la Independencia Española». Año 1811
Antes de proseguir con la vida de nuestro protagonista debemos aclarar también dos puntos que erróneamente circulan por la red. Uno de ellos que afirma que Baltasar Carrillo desciende de los Carrillo de finales del siglo XV y que fueron Alcaides del Castillo de Arbeteta, y paniaguados del primer Duque de Medinaceli. Pero esto no es cierto porque entre estos Carrillo y nuestro personaje no hay ninguna relación, ya que el tercer abuelo de Baltasar, José Carrillo de Albornoz llega a Arbeteta desde Cuenca, tenemos un testimonio de un vecino que así lo atestigua, como también menciona la fabrica de vidrio de la que es dueño nuestro protagonista y que más adelante dedicaremos un capitulo entero. Se casa con Ana Alonso, que sí era vecina de Arbeteta, como se observa en la partida de matrimonio y el árbol genealógico que adjuntamos.
Otro error que debemos aclarar es el que afirma que los Carrillo fueron desde el siglo XV los señores de Arbeteta. A ello hay que responder que Arbeteta, salvo el periodo de 1469 a 1502 (perteneció al Ducado de Medinaceli), nunca fue lugar de señorío, sino lugar de realengo, y como tal no pudo tener más Señor que su Rey.
Los hidalgos se encontraban a caballo entre la alta nobleza, que los rechaza por causas económicas y políticas, y el grupo denominado estado llano , con el que encajaba mejor su situación económica pero al que aborrecía por considerarlo inferior. Para ellos el trabajar para subsistir era motivo de descalificación social. Los hidalgos fueron un estamento privilegiado de la sociedad española desde los inicios de la edad moderna hasta su desaparición en el siglo XIX.
*TESTIMONIO DE LA REAL EJECUTORIA DE HIDALGUÍA. AÑO 1783

Escudo cuartelado en cruz, o escudo dimidiado. Son los apellidos Carrillo y Albornoz repetidos. Sepultura de Baltasar Carrillo en la iglesia de San Nicolás de Bari en Arbeteta.

Escudo policromado: En una parte tenemos un castillo de oro sobre gules, que corresponde a los Carrillo; en la otra parte una banda de Sinope sobre oro, correspondiente a los Albornoz. Catedral de Cuenca
El escudo que se encuentra esgrafiado sobre la tumba de Baltasar y su esposa corresponde al apellido Carrillo Albornoz de su tercer abuelo.
El escudo de un hidalgo tenía un yelmo sin corona y con plumas en la parte superior del escudo. En Arbeteta el único escudo con yelmo se encuentra en la casa de Aniceta, por lo que no cabe duda que esa es la localización del solar de los Carrillo. A ello se añade que la puerta principal de esa vivienda es la casa que se ha denominado de “los Briones”. D. José Briones era el yerno de Baltasar Antonio Carrillo. En el Amillaramiento de 1863 dicha casa figuran como propietarios los herederos de D. José Briones.
Pero, ¿por qué está picado ese escudo? Me inclino a pensar que fue picado por los franceses durante la incursión y saqueo a que sometieron a Arbeteta el 27 de noviembre de 1811. El único hijo de Baltasar, con igual nombre que el padre, había sido uno de los vocales más activos de la Junta Superior de Armamento, Gobierno y Defensa de Guadalajara, y el que había traído al Empecinado a la provincia de Guadalajara. Tenían motivos suficientes los franceses para vengarse en el escudo y lo que representaba.
Continuaremos en el próximo capitulo…………………………..
Me parece esclarecedor el RELATO y, LABORIOSO el artículo. Saludos: Fabriciano López Blasco.
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