Pastores

OVEJAS DE ARBETETA

Rebaño de ovejas  y cabras .  Castillo de Arbeteta.

En este nuevo post  del mes de junio continuamos  con esos    oficios que  poco a poco van desapareciendo,  por eso no podemos dejar de hablar del «oficio de pastor». Un oficio ancestral que sobrevive con ciertas  dificultades, un  trabajo que ha permanecido casi inalterado durante siglos.  Un oficio sacrificado y lleno de contrastes, hasta nuestro Don Quijote en su fantasía,  tuvo la idea de hacerse pastor tras finalizar  sus andanzas  de caballero andante,   y  así seguir la vida del campo » oh Sancho!, que nos convirtiésemos en pastores, siquiera el tiempo que tengo de estar recogido. Yo compraré algunas ovejas, y todas las demás cosas que al pastoral ejercicio son necesarias, y llamándome yo el pastor Quijotiz, y tú el pastor Pancino, nos andaremos por los montes. (Segunda parte, CAPÍTULO LXVII 1615).

VACADA DE ARBETETA 1771

Vacada de Arbeteta . Año 1771

Vamos a comenzar  con un documento del año 1771,  es de un pleito en el que la Villa de Azañón, aprovechando que  el ganado vacuno de los vecinos de Arbeteta se encontraba   con su pastor pastando en su término, y ocasionándoles  «diferentes daños por haber andado entre las viñas» ha pasado a denunciarles y a embargarles, tomando en prenda tres reses vacunas. Los daños se estiman en 231 reales, una fortuna para la época.

La justicia de Arbeteta y los propietarios del ganado dan un Poder a Baltasar Carrillo y a Luis López para que puedan pleitear en su nombre, primero ante la justicia de Azañon para que les devuelvan las prendas incautadas, y después si es necesario , ante los Jueces de su Majestad, alegando la pertenencia de Azañón a la Comunidad de Pastos de Cuenca, ya que consideraban injusta la denuncia. No sabemos el desenlace del pleito, pero basta para que nos haya mostrado el sistema de pastos y la sorprendente  existencia de la vacada de Arbeteta en el siglo XVIII. Son vacas de labor con las que se araba y se enganchaban a los carros. Estos animales cuando no tenían que trabajar estaban con  los pastores de dula que las llevaban a descansar y a pastar, de ahí nuestra historia. Era muy apreciado el excremento seco de vaca para ahuyentar a las abejas en el momento de la extracción de la miel.

pastor con ganado vacuno

Pastor con ganado vacuno

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Documento de los Reyes Católicos a la Villa de Arbeteta para  uso de los pastos en la provincia de Cuenca.

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Anuncio del Ayuntamiento de Arbeteta en el Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara por el extravío de una res. Año 1885

En el documento de la izquierda tenemos un anuncio del Ayuntamiento de Arbeteta en el Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara por el extravío de un becerro de año y medio. El propietario Donato López Romero (1821-1895), hijo de Manuel López Herráiz y Mª Vicenta Romero Humanes (de Azañón). Casado en 1854 con Mª Antonia Casiana Costero Herráiz. Padres de Hilario (bisabuelo de Juan Luis López) y de Pedro (secretario municipal de Arbeteta de 1885 a 1925).  Sabemos que en el siglo XX todavía algún vecino tenía alguna vaca de labor, la última que tenemos noticia es en la posguerra y su dueño era  Esteban Alonso Martinez.  

pastor de cerdos

Pastor de Cerdos

Pero nuestra sorpresa no queda solo en la vacada que había en nuestro pueblo , sino que  también a los cerdos se les pastoreaba.  A los pastores de cerdos se les llamaba «porqueros».  Tenían el mismo sistema   que con el resto de los animales, los porqueros recogían los cerdos de los vecinos y  les sacaban a las afueras del pueblo para que comiesen. Para la curiosidad de nuestros lectores, uno de los alimentos favoritos eran  las ortigas . Así se mataban 2 pájaros de un tiro: alimentar a los animales y limpiar las afueras del pueblo de malas hierbas.

Si miramos con atención el cuadro que adjuntamos,  vemos los censos de los animales que había,  junto con los nombre de los pastores y de los amos estaban los salarios que percibían. Hemos llegado a tener en Arbeteta en 1752 entre ganadería mayor y menor,  un total de 3.799 animales,  aparte también se contabilizaban las   colmenas . Vemos en uno de los cuadros una división entre seglares y eclesiásticos, el clero  también tenía ganado.

*Pinchar encima para agrandarlo

pastores de arbeteta 1

Pastores de Arbeteta 1752

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Censo Ganadero de Arbeteta 1752

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Zagales de Arbeteta 1752

OVEJAS

Rebaño de ovejas

El ganado más  común era de ovejas y cabras, por la noche se guardaban en las parideras  y por el día cada pastor las sacaba dependiendo de donde estuviese la paridera. Era un época en el que había poca comida para todos,  no solo para los animales.  Nos cuenta Fabriciano López Blasco, que sacaban las ovejas «para afilarse los dientes», ya que había poco pasto para tanto ganado.

En diciembre/enero parían y en el mes de abril/mayo se les cortaba el rabo, seis dedos por debajo de su nacimiento,  a esto se le llamaba «el raboteo». Este trozo que se quitaba se guisaba y se comía, era todo  un acontecimiento. En  el mes de julio se vendían los corderos  al tío Zapatero  o al Mariano de Azañon,  la media de peso era de 20 k, con menos peso  no los querían.

Los pastores que trabajan para un amo estaban en una  escala inferior con respecto al resto de los vecinos del pueblo. Se les pagaba   con un pan de 4 libras al día  (equivale a 6 0 7 pistolas de pan) , 4 libras de aceite al mes, 1 fanega de harina de almortas  , alguna patata etc. Era difícil vivir toda una familia con este jornal, les dejaban llevar también hasta 10 ovejas propias  junto con las del amo.

En esta época que hablamos, en  los año 50 del siglo XX ,  lo normal es que en las familias los hijos fuesen de pastor. Tener un rebaño era como tener un seguro o una cartilla de ahorro , y solo se  utilizaba en caso de necesidad.   Hubo gente que pudo instalarse en Madrid y que sus hijos estudiaron , gracias a la venta del ganado. Arbeteta como la mayoría de los pueblos de la comarca tenía una economía de subsistencia.

CABRA

Macho  castrón  en la dula

A primera  hora de la mañana  los duleros daban la vuelta por todo el pueblo recogiendo a los animales, los amos   les abrían la puerta del corral  y ellas solas acudían al “Cantó de la Dula» para incorporarse al rebaño.  «Pero esto ya pertenece a nuestra siguiente historia…….

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