La Plaza

Las plazas son el centro por excelencia de la vida urbana, es  donde se celebraban todos los acontecimientos importantes de los pueblos;  las fiestas, los mercados, los juegos , etc . En este nuevo  post  después del periodo estival os  vamos a relatar los principales acontecimientos ocurridos en Arbeteta durante el siglo XX y como nexo de unión de estas historias vamos a tener de protagonista a «La plaza».

Nos situamos en el año   1921   y vamos a contaros  que paisanos   vivían en   las casas de la plaza, así como las rentas que pagaban , no eran como las conocemos en la actualidad. Las casas  números 4 y 5,  se encontraban sin partir, y la número 6 recién partida. También se echará en falta el edificio del Ayuntamiento, que es construcción moderna, y el corral del Concejo, ocupado también por el nuevo Ayuntamiento. Tampoco figuraba la fragua que se encontraba en el lugar que ocupa el Ayuntamiento. Vamos a describir los edificios por sus números: Las fotos  de las viviendas son actuales  porque no conservamos la antiguas.

Casa nº 1

Número 1: casa de Patricio Martínez García. Valorada en 320 pesetas y adquirida por compra privada. Linda por frente la Plaza, derecha Eustoquio Alonso, izquierda y espalda, otra de Pedro Alonso Martínez. Consta de planta baja y recámara. Renta anual 16 pesetas.

Casa nº 2

Número 2: casa de Eustoquio Alonso García. Valorada en 600 pesetas y adquirida por herencia de sus padres. Linda por frente la Plaza, derecha Francisco Montón, izquierda, otra de Patricio Montón, y a espalda un callejón. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 30 pesetas.

 

Número 3: casa de Francisco Montón. Valorada en 600 pesetas y adquirida del Estado por débitos de contribuciones, según escritura pública. Linda por frente la Plaza, derecha Pedro Montón, izquierda, otra de Eustoquio Alonso, y a espalda otra de Mónica Pérez. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 30 pesetas.

Casa nº 3

Número 4: casa de Santiago Montón López y otros a partes iguales. Valorada en 600 pesetas y adquirida por herencia de su abuelo materno. Tiene otra entrada por la calle del Pósito. Linda por frente la Plaza, derecha casa de Antonio Martínez, izquierda, otra de Francisco Montón, y a espalda otra de Crispín Costero. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 30 pesetas.

Casa nº 4

Número 5: casa de Antonio Martínez. Valorada en 600 pesetas y adquirida por herencia de Isidoro Martínez. Tiene puerta de entrada por calle del pósito número 8. Linda por frente la Plaza, derecha travesía, izquierda, otra de Francisca López, y a espalda calle del Pósito. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 30 pesetas.

Casa nº 5

Número 6: casa de Mariano del Amo García (vive en Cereceda). Valorada en 500 pesetas y adquirida por herencia de sus padres. Linda por frente la Plaza, derecha otra de María del Amo, izquierda, otra de Isidoro Costero, y a espalda otra de Felipe López Herráiz. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 25 pesetas.

Número 6 duplicado : casa de María del Amo García. Valorada en 500 pesetas y adquirida por herencia de su padre Mariano del Amo. Linda por frente la Plaza, derecha Justina Herráiz, izquierda, otra de Mariano del Amo, y a espalda otra de Felipe López Herráiz. Consta de planta baja, principal y cámara. Renta anual 25 pesetas.

Casas nº 6 y 6 duplicado

Casa nº 7

Número 7: casa de Justina Herráiz Belinchón. Valorada en 500 pesetas y adquirida por compra privada a Máximo Herráiz. Linda por frente la Plaza, derecha callejón, izquierda, casa de María del Amo García, y a espalda calle del Perchel. Consta de planta baja, principal con 4 habitaciones, 2º piso con 2 habitaciones y cámara. Renta anual 30 pesetas.

Número 8: Iglesia Parroquial, propiedad del clero. Su valor 2.000 pesetas. Linda por frente la Plaza, derecha, izquierda, y a espalda vía pública. Sólo consta de planta baja.

 

Casa nº 8: Iglesia Parroquial, .

 

Vamos a contar un acontecimiento ocurrido en   la Fiesta del Cristo de 1961 que al igual que yo, no habrá olvidado ninguno de los lectores mayores de 60 años que estuviese presente en Arbeteta ese día.   Ese año la fiesta del Cristo tuvo lugar  en jueves, y todo el pueblo acudió a la plaza, no cabía un alma. Mi recuerdo es muy claro a pesar de  que todavía no había cumplido los 5 años y  del tiempo que ha pasado.  Estaba sentado en el balcón de Pedro Alonso Martínez «el tío Periquillo»,   me sentía como  el rey de la plaza y desde esta privilegiada barrera pude contemplar en primer plano la cogida del vaquero Domingo Estín Vena .  

Domingo Estín era natural de El Centenillo (Jaén) y trabajaba como vaquero en la ganadería de Mariano Sorando, acreditado ganadero originario de Checa, y que tenía reses bravas pastando en Óvila. A esta finca se dirigieron los vecinos de Arbeteta con el fin de ajustar el toro para las fiestas. Vieron un novillo grande, de más de 3 años, llamado Botijero. No tenía mucha estampa y no abundaba en cornamenta, era despistado y rezagado de la manada y un poco “resabiao”. Su fama le precedía. Algunos decían que el nombre se lo debía al haber embestido  a uno de los trabajadores de Óvila, que llevaba un botijo en la mano con  agua para dar de beber a otros trabajadores, el botijo se lo rompió, y él a duras penas pudo salvar la vida. Con esas historias y leyendas que le precedían llegó a Arbeteta. En el pueblo no se hablaba de otra cosa y todo el mundo lo esperaba con impaciencia,  llegó a Arbeteta  por el campo, acompañado por unos mansos y el vaquero a caballo.

Nota de Prensa de la Revista Flores y Abejas. 19 de septiembre de 1961

Cuando llegó a la plaza se le intentó meter en el toril (situado en el actual Ayuntamiento) sin que entraran los mansos. En esas labores Domingo Estín, el vaquero, como más experto, colaboró, pero el toro le hizo hilo y le acometió en la puerta de «Hilario el Perchos», al parecer se escurrió con sus botas en el cemento. Allí en el rincón lo revolcó, y como si le tuviese inquina y le conociese, le golpeó en repetidas ocasiones y le llenó de babas. Al herido se lo llevaron a la casa de teléfonos, donde acudieron vecinos para infundirle ánimo, a la espera de ambulancia que le trasladase al Hospital Provincial de Guadalajara. La cogida solo quedó  en un susto pero ha quedado en la memoria de Arbeteta.

 

Para las fiestas del Cristo en otras ocasiones, nos consta, que se traían los novillos de Checa o del caserío Vega de Arias, en Tierzo, cerca de Taravilla.

Plaza de Arbeteta . Años 70

Donato y la chiquilleria. Arbeteta 1967

También en ocasiones se toreaba en la plaza aunque no fuesen con novillos, había en Arbeteta un personaje entrañable y muy conocido no solo por sus paisanos  sino por toda la provincia de Guadalajara. «Donato y su famoso cordero» , iba toreando por los pueblos para  poder sacar unas perrillas para sobrevivir. Hizo pasar buenos momentos tanto a los niños como a los mayores.

En una fiesta que se precie no pueden faltar «los músicos»  que la amenicen, por eso no podemos hablar de la plaza sin dedicarles un entrañable recuerdo. En los años 40-60 los voluntariosos músicos provenían de los pueblos del entorno, no había que ir lejos para contratarles: Azañón, Carrascosa de Tajo o Alcohujate eran los lugares más habituales. Los vecinos no requerían grandes orquestas, la alegría la ponían ellos, se conformaban con un par de instrumentos: auténticos “unpuggled”.  En los duros años 40-46 venían de Azañón dos cuñados llamados ambos Julián, únicamente con tambor y clarinete, que se encargaban de animar las fiestas de san Antonio y el Cristo. Alternaban algunos años, llegando a la década de los 50, con los músicos de Carrascosa, capitaneados por el célebre “Chaparro”, que alternaba el tambor con la guitarra, e iba acompañado por otro paisano que tocaba el laúd. Sucedía, y es para maravillarse,  que en ocasiones este último se quedaba dormido tocando el laúd, recibiendo las bromas y risas de las mozas.   A continuación hicieron presencia los músicos de Alcohujate, a cuyo frente se encontraba el célebre Primitivo, virtuoso del acordeón, acompañado siempre con un violín y un tambor con platillos. No había éxito o pasodoble de entonces que se les resistiera, provocando el jolgorio de la concurrencia.

Iglesia Parroquial. 1960

A la salida de la iglesia se hacían corros y se charlaba entre los vecinos, también se  jugaba a la pelota, hecha con trapos,  sobre la pared de la Iglesia porque los chicos no tenían otra cosa. De los chicos destacaba jugando «el Zocato» (Francisco del Amo del Amo) que jugaba mucho y bien y no tenía rival, era  hijo de «la tía Ignacia» y tenía mucha afición.  En los días de invierno las mujeres se ponían a coser al sol en el rincón del osario.

En el rincón del Perchos ponían el Judas el Sábado Santo, al que previamente habían rellenado unos pantalones y una camisa vieja con paja y lo quemaban. Esta tradición se sigue realizando todavía en Arbeteta, aunque se ha cambiado la ubicación . Vemos  las fotos de abajo con el judas quemandose en la plaza.

Quema de Judas. Año 1977

En la casa nº 3 que hemos visto más arriba estaba la tienda de  «la tía Pepa»,  Josefa Costero Martínez, abuela de Fernando Montón . Era nieta de uno de los antepasados que más descendientes tuvo en el pueblo: Santiago Rito Costero. Estaba casada con Juan Cerrato con el que llevaban la tienda. Esta tienda tenía las cosas más útiles e imprescindibles a los vecinos. En ella no faltaba una zafra de aceite y una alcuza para despachar por libras (antes de la guerra). Allí los vecinos cuando tenían un rato jugaban a las cartas y bebían con sus amigos, un lugar de reunión para poder sobrellevar la dureza de la tierra.

*Los datos de 1921 los hemos obtenido del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara, en el Registro Fiscal de Edificios y Solares.

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7 respuestas a La Plaza

  1. Roberto López dijo:

    Es un placer, poder leer, la historia relatada de vuestro pueblo (aunque yo no soy de ese pueblo ni de la comarca, soy de Ciudad Real). Una historia escrita de forma diferente, con sentimiento y en primera persona. Animo y seguir así. Dan ganas de conocer vuestro pueblo y sus habitantes.

  2. Pichuca dijo:

    Muy interesante como siempre. Muchísimas gracias!!

  3. David del Amo Cabrera dijo:

    Otro post interesantísimo. Me ha encantado la foto de los toros en la plaza. Gracias por seguir alegrándonos las mañanas con vuestro blog.

  4. .comt dijo:

    Os felicito nuevamente por lo acertado de vuestras historias.Deciros que el músico principal de Alcohujate era Félix que tocaba el acordeón maravillosamente y Primitivo tocaba el violín, también muy bien.
    Enhorabuena

  5. Gracias a todos por vuestros comentarios, nos estimulan mucho y nos animan a seguir buscando nuevas historias de nuestro pueblo para poder compartirlas con vosotros.

  6. PICHU dijo:

    Una vez más muchas gracias por todo lo que nos contáis de nuestro pueblo!! Un abrazo

  7. Pingback: EUSTOQUIO, EUSTAQUIO Y EUSTASIO | Villa de Arbeteta

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