Todos nos hemos hecho alguna vez esta pregunta ¿en que año llegó la luz al pueblo?, ¿quien fue el que se encargó de llevarla?, ¿qué utilizaban nuestros abuelos antes de tener las bombillas que nosotros conocemos ?.
En esta nueva entrada vamos a contestar a todas estas preguntas, además contaremos anécdotas de sus protagonistas, así como noticias relacionadas que salieron publicadas en los periódicos del momento en la Provincia. Muchos de estos personajes los hemos conocido y aunque ya no están con nosotros, todavía los llevamos en nuestros corazones . Hemos rescatado parte de esta información gracias a la gran memoria de Fabriciano, padre de Juan Luís López. Espero que disfrutéis con esta nueva retrospección en el tiempo.
La luz llego por primera vez a Arbeteta en el año 1926. En este año el régimen político que había en España era la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). La política económica llevada a cabo por Primo de Rivera se hizo más patente en las obras públicas, desde las obras hidráulicas —para cuyo aprovechamiento integral (energético, de riegos y de transporte) se crearon las Confederaciones Hidrográficas— a las carreteras (en 1926 se fundó el Circuito Nacional de Firmes Especiales que realizó unos 7.000 kilómetros de carreteras) y los ferrocarriles y se llevó la electricidad al mundo rural .

Publicación en el Boletín Oficial de la provincial de la autorización de D. Ignacio Roca para la instalación de las líneas del fluido eléctrico. 1926
La luz llegaba desde la central de Carrascosa de Tajo y era propiedad de D. Ignacio Roca Picazo, apodado «El Tío Roca» . La central estaba ubicada en el río Tajo y el molinero se encargaba de todo: del molino, de la barca y de la central eléctrica. Desde esta central se suministraba la luz a los pueblos de Carrascosa, Morillejo y Arbeteta.
D. Ignacio Roca Picazo (1884-1932) , era natural de Gargoles de Abajo y muere asesinado a manos de un desconocido supuestamente por una venganza familiar.
En el periódico se hace una descripción detallada de los hechos; el día del suceso vino un individuo que no era conocido de Ignacio Roca y que le solicitó que le pasara en la barca al otro lado del río, cuando ambos se encontraban en la embarcación le soltó a bocajarro un disparo en la nuca saliendo el proyectil por el ojo derecho . Parece ser que «El tío Roca» se había separado de su esposa para irse a vivir con una chica de Azañon , de 24 años de edad, llamada María García Rodrigo. Estas circunstancias familiares hacen que tanto su hijo como su yerno (que luego fue el que ocupó su puesto de barquero), tuvieran varios altercados con él. Por lo que esta publicación, aparece abajo escaneada, hace recaer la sospecha en el entorno familiar.
NOTICIA » MOLINERO ASESINADO 1932″

Noticia y descripción de los hechos de la muerte por asesinato de D. Ignacio Roca «Tio Roca» .18 de diciembre de 1932
Periódico Literario «Flores y Abejas», fue el semanario más emblemático de la prensa de Guadalajara y también el más longevo. Editó su primer número en 1894, hubo una parada en 1936 por la guerra civil, y volvió a reaparecer en 1958. Cada viernes hacía su publicación.

Descripción del asesinato de Nicasio del Amo Moreno, barquero y electricista de profesión . Marzo 1938 Archivo Histórico Nacional. Fiscalía del Tribunal Supremo, Causa General.
Durante la guerra civil española (1936-1939) , el electricista y barquero era Nicasio del Amo Moreno, yerno del «Tío Roca», y por esos avatares del destino también fue asesinado. En el documento que adjuntamos del Archivo Histórico Nacional describe como en un día de marzo de 1938 llegaron unos pasajeros a la barca y le asesinaron.
Su cadáver apareció aguas abajo, en término de Azañón. No se localizó a los asesinos, aunque se sospechó de unos guerrilleros acantonados en Solana y los Baños de Trillo.
Los postes que sujetaban los cables que llevaban el fluido eléctrico a Arbeteta algunos eran de pino de sabina y mayoritariamente de olmo, pequeños y de muy mala calidad. Llevaban una tensión de 6.000 voltios y venían por el molino de Azagrón, Peñavieja, el Llanillo y bajaban por las Cuevas para subir al Picazo donde se encontraba el transformador.
Los encargados del mantenimiento en el pueblo fueron Antonio del Amo «el Forrajes», el Tío Molinero e Hilario Téllez López, “el Perchos”. Estos paisanos, abuelos o tíos de muchos amigos, se encontraron con la dificultad de algo nuevo, algo que nunca antes habían visto. Así que nos podemos imaginar los apuros que tuvieron que pasar en muchos momentos y lo habilidosos que eran.
En casi todas las casas había una sola bombilla de 15 vatios que iba con un cable alargador y generalmente se encontraba en la cocina, que era el lugar donde se reunían las familias. Las bombillas eran alargadas con una M como resistencia. El propietario se solía quejar de que le robaban luz, porque algunos vecinos ponían bombillas con más potencia. En las esquinas de las calles también se ponía una bombilla para el alumbrado de los vecinos.
Después de la guerra civil la central fue propiedad de Antonio Escribano, suministrando en los años 50 también a Azañón. Los vecinos de este pueblo solicitaron que pusieran contadores, pero el propietario se negaba porque cobraba por bombillas. Recurrieron a la Delegación de Industria de Guadalajara, que sentenció que había que poner contadores. Hasta 1960, aproximadamente, estuvo el suministro en Carrascosa , después de esta fecha se realizó mediante la actual red.
Hay una anécdota que ocurrió en el invierno de 1954: Fidel del Amo iba por las Cuevas hacia el Llanillo a ver sus colmenas, a primera hora de la mañana, antes de amanecer, montado en un macho y tapado con una manta porque hacía mucho frío y muy mal tiempo . Debido a la tormenta al pasar bajo la línea de la luz había un cable descolgado que le dio en la manta, eso es lo que le salvo la vida, no tuvo tanta suerte el macho que le dio en la orejas y murió en el acto. Hubo juicio en Carrascosa de Tajo ante el juez de paz y que resolvió que le pagasen el valor del macho, suponemos que al propietario de la luz le resultó más económico que proseguir el pleito a instancias superiores.
Antes de la luz: se iluminaban con candiles de aceite, faroles (de dos clases: con torcida y aceite, o con vela), quinqués de petróleo y velas (se hacían en casa con la cera de las colmenas, e incluso con sebo). En las habitaciones se solían poner lamparillas (en un vaso se ponía agua, encima aceite, y sobre él una cartulina con la mecha). En las palmatorias se ponían pequeñas velas hechas al propósito, o de los trozos restantes de las que las vecinas ponían en sus bancos de la iglesia. Finalmente llegaron las primeras linternas de petaca
La obra que no fue: El Ferrocarril

Descripción y ruta de los pueblos por donde iba a pasar el ferrocarril de Cifuentes- hasta Monreal . 1917
Este proyecto era de 1.915, con una variación posterior de 1.917 (ver recorte prensa con la ruta y los pueblos). La línea férrea debía unir Orusco– Cifuentes a Monreal del Campo y subiría por el valle del Tajo, pasando así por todos los pueblo limítrofes de su cuenca , como os podéis imaginar entre ellos estaba Arbeteta, con un censo en 1917 de 573 vecinos .
Todos los vecinos sabían de este proyecto y la creencia era que pasaría por la Cueva del Pajar. Nuestros abuelos estarían muy contentos de que el tren fuese a pasar tan cerca del pueblo. Una pena que no llegase a realizarse.
Continuará ………………………………………
Maravilloso trabajo. Los que ya tenemos una cierta edad hemos vivido, durante varios años, gran parte de las anécdotas descritas en esta narración.
Aunque era muy niño ( 8 años) recuerdo el accidente de Fidel con su mula, esta quedó electrocutada, cuando se disponia a realizar trabajos propios de la zona; tambien recuerdo otra anécdota, aqui no narrada, de un zorro también electrocutado que encontró Manuel del Amo cuando se disponía a revisar el tendido electrrico ya que no llegaba luz al pueblo por la caida de un poste: este Manuel es hijo de Antonio (Forrajes) que era el encargado del mantenimiento del tendido eléctrico en el pueblo.
Como anécdota es tambien de resaltar, al no permitir más que una bombilla por casa, que el que más y el que menos ponía una de las llamadas de 60X60 y cuando habia exceso de consumo mandaba desde la central más potancia y hacía estallar estas bombillas.
Tambien reduerdo al dueño de la central eléctrica Antonio Escribano creo que Taberné, lo recuerdo por los impresoso de los recibos y porque venia de cuando en cuando a revisar el transformador y los «Limitas» que había instalado en las casas..
Lo mio son anécdotas lo anterior una historIa muy bien escrita y mejor documentada. Gracias a los que os preocupais por hacernos llegar estas curiosidades.
Me cuesta imaginar el pueblo con 573 vecinos. No son pocas las veces que trato de imaginármelo y que desearía trasladarme en el tiempo para ver cómo se vivía en Arbeteta en aquellas épocas. Seguro que con muchas necesidades, que hoy seríamos incapaces de soportar (nos cabreamos cuando se nos va la cobertura), pero con mucho más encanto.
Como dice mi tío en el post anterior, hay que agradeceros mucho que nos traigáis estas historias, sobre todo a los que no las hemos vivido por razón de edad.