Me resulta difícil escribir estas palabras para despedir a Juan Luis. No me hago todavía la idea de que ya no está con nosotros. Y por eso quiero con este post hacer un homenaje a su persona, a su dedicación, entusiasmo, buen hacer y sobre todo agradecer su gran trabajo.
Parece que fue ayer cuándo contacte con él para proponerle que colaborásemos juntos. La idea surgió cuando fue a Arbeteta, en las fiestas de la Asociación, a dar una charla sobre apellidos y temas relacionados con el pueblo. Mari Tere Costero, prima hermana suya, me había hablado de lo estudioso que era y todo lo que tenía sobre Arbeteta. (También nosotros éramos primos, pero habíamos tenido menos trato). Ese año me estrené como presidenta de la Asociación y me pareció una buena idea hacer algo cultural sobre el pueblo.
Quedé impresionada de la cantidad de material que poseía, a pesar de no haber nacido allí y que solo sus padres eran de Arbeteta. Me sentí muy emocionada. Pensé que había descubierto un tesoro y quería compartirlo para que todos lo pudiesen disfrutar.
Así estuve todo el otoño del 2013, dándole vueltas sobre cómo dar a conocer todo ese material. Mi primera idea fue hacer una página web, pero mi sobrina, Eva Palacios, me lo desaconsejó y me dijo que mejor un blog, que era más dinámico y a la gente le iba a resultar mejor. Le escribí un correo electrónico contándole la idea y quedamos en Madrid, en una cafetería al lado de mi oficina, en la plaza de Olavide. De esta colaboración, desde ese día hasta el último momento de su vida, ha surgido una gran amistad, un regalo que atesoro profundamente. No solo era un primo, era un amigo.
Nuestro primer post de presentación fue el 21 de febrero de 2014. Desde entonces han sido 92 post a lo largo de estos once años, en los que hemos compartido la ilusión de contar las historias de nuestros antepasados. Voy a continuar con la labor de mantener este blog activo, siguiendo con las historias de nuestra gente.
Él tenía como informador a su padre Fabriciano y cuando le visitaba en Aranjuez se tiraban horas hablando de sus vivencias y recuerdos en el pueblo. Cada vez que iba a la Biblioteca Nacional o al Archivo de Sigüenza o de Guadalajara, buscaba cualquier documento en los pleitos entre vecinos, en testamentos, periódicos antiguos o todo documento escrito que hablase de Arbeteta, aunque fuese de forma indirecta.
Su paciencia era ilimitada, igual que su amor por el pueblo de sus padres. Gracias por tanta dedicación. Te vamos a echar mucho de menos.
Villa de Arbeteta 
Un beso muy fuerte Juan Luis . Te vamos a echar mucho de menos !!
Su alma sigue recorriendo todos esos lugares de España por donde le llevaron sus investigaciones. A pesar del poco tiempo que hemos pasado juntos, por su carácter y sus conversaciones se han llevado con el un poco de mi.
Jaume Moreno Roca
Cuánto lo siento, Lourdes!!! Q.E.D. Un abrazo
Muchas gracias Juan Luis por tu dedicación y tiempo dedicado a este gran pueblo que nos une. Descansa en paz y un fuerte abrazo.
Conocí a Juan Luis de forma accidental y a través de un antiguo vecino suyo, de su barrio de Meco. Desde el primer momento me impresionó su forma de hablar, de contar historias de su tierra y el conocimiento de la naturaleza y geografía. Su delicadeza y sosiego en la descripción de los acontecimientos pretéritos era un auténtico deleite. Yo, como alcarreño (de la Alcarria Conquense) tenía una autentica comunión con sus sentimientos y conocimientos de las tradiciones de nuestra tierra.
Juan Luis, te vamos a echar mucho de menos.
Pablo
Descansa en Paz, Juan Luis. Este blog ha sido un regalo para quienes sentimos tanta pasión por nuestro pueblo. Siempre agradecido. También a ti, Lourdes. Y gracias por continuar con él. No tiene precio
Ya no coincidiré contigo en el Diocesano, ni en esas magníficas excursiones que preparabas con tanto entusiasmo, pero tu legado permanecerá por siempre.
Adiós Juan Luis
Tu paciencia y dedicación en tu trabajo, así como tu generosidad al compartir la historia y la vida de los aldeanos, son un verdadero ejemplo de vida y han dejado una huella imborrable en nuestros corazones. ¡Adiós, Juan Luis, amigo mío!
La mejor manera de honrar tu legado sería publicar un libro con tu extraordinario trabajo.
El día 13 de abril envío un mensaje a Juan Luis deseándole una Semana Santa y Pascua de Resurrección feliz. Cómo iba a pensar que no lo recibiría en este mundo. Me contesta su mujer: «Juan Luis ha muerto el día siete. Me quede paralizada. ¡No podía ser, mi sobrino, mi amigo se ha marchado¡
Yo tuve conocimiento de él y de sus trabajos por su padre, mi primo Fabriciano. Me hablaba de él con orgullo y tenía razón, era para sentirse orgulloso.Empezamos a llamarnos por teléfono. Comentábamos cada uno de sus trabajos nos pasamos horas hablando. Un día decidió que nos teníamos que conocer personalmente, vino a mi casa y abrazó con todo cariño a esta anciana tía.
¡Qué alegría! Era un ser maravilloso, enamorado de su trabajo, era un ratón de bibliotecas, archivos y viejos legajos ; yo que soy fan de la historia , del arte, de la sociología me ha dado tardes y tardes de gloria oyendo cuanto él sabía. Era un sociólogo. Había entrado en las casas de nuestros antepasados, había medido el trigo de sus cosechas. Había contado sus gallinas … Era un botánico, gozamos con sus fotos, viendo las plantas y las flores de esa tierra tan amada. Era sobre todo un hombre bueno, amoroso, tierno, familiar, era un sabio, era un sobrino, era mi amigo.
Era………………………..
No te olvido.
Lucía López Alonso
Juan Luís que pronto nos has dejado. Me sentía muy feliz cada vez que recibía un capítulo de Arbeteta. Mi móvil está repleto de tu gran trabajo y del amor con el que lo hacías. Aunque ninguno de los dos nacimos en Arbeteta, pero allí están nuestras raíces y el amor que le tenemos.
Una vez paseando por la carretera, contemplando el cielo tan limpio y a la vez tan lejano, te bajaste del coche para darme un abrazo con cariño y hacerme una foto. Así eras tú, cariñoso, amable y familiar. También recuerdo una fiesta del Santo Cristo que coincidimos. Después de la misa, hubo un aperitivo, no me dejaste sola y comimos juntos. Al final me llevaste a casa, sabiendo mis limitaciones para caminar. No me salen las palabras para expresar el dolor que me has dejado. Cuantos recuerdos de esta anciana, espero que mis plegarias te lleguen al cielo.
Un beso
Nory
Estimada Lourdes:
Desde que hace unos años un amigo genealogista me descubrió que tenía ancestros en Arbeteta, he seguido con gran interés vuestro blog, tanto cuando se trataba de historia como de costumbres y tradiciones populares y siempre con la ilusión de ir un día por ahí y conoceros personalmente.
Por ello, he sentido mucho el fallecimiento de Juan Luis casi como si de un amigo se tratara y comparto plenamente tus sentimientos. Espero que como dices, continuarás con la actividad del blog que tantos seguidores tiene.
Yo sigo con la ilusión de ir un día a Arbeteta pero he dejado pasar demasiado tiempo y con más de ochenta años cumplidos no se pueden hacer muchos proyectos.
Recibe un afectuoso saludo. Carlos Zapata
PD. El apellido que me liga con Arbeteta no es Zapata sino Carrillo. A mediados de s. XVII un tal Pedro Carrillo casó con Juana? Zapata, natural de Moya, y sus sucesores tomaron este apellido.